Si has estado alguna vez de senderismo o en alguna casa rural, habrás podido encontrar algunos pozos antiguos que proveían o aún proveen a los inquilinos de la misma. Estos pozos se han utilizado durante años para poder obtener el agua para lavar o beber en los diferentes hogares. Ahora, gracias a los avances, podemos hacerlo de una manera instantánea y fácil gracias a los sistemas de tuberías que tenemos instalados en casa.
En nuestra empresa proveemos con cisternas de agua potable a todas aquellas personas que necesitan este servicio, como una opción al sistema mencionado anteriormente.
Así que hoy, vamos a contarte cómo se origina el agua que se extrae de n los pozos para que puedas entender su funcionalidad y su procedencia.
Origen y formación
Los pozos son el resultado de lo que conocemos como aguas subterráneas, que son aquellas agua que pueden permanecer durante miles de años bajo tierra, como en montañas, colinas, llanuras y desiertos. Estas representan un 20% más de aquellas que se encuentran en la superficie, y por ello es importante que se conserven para el correcto funcionamiento del planeta y de la supervivencia del ser humano.
Esta acumulación se forma debido a las lluvias o la nieve que se filtran a través del terreno y se acumulan bajo tierra. La forma en la que se acumulen bajo la tierra y la estructura de las superficie donde se deposite, dará lugar a un acuífero determinado.
Por ejemplo, se encuentran aquellas aguas denominadas suspendidas, que originadas a escasa profundidad, o aguas confinadas que se estancan entre dos capas impermeables continuas.
Estas últimas, suelen tener menos peligro de contaminación, al igual que menos residuos o microorganismos, por lo que es idónea para el consumo humano.
¿Os ha parecido interesante? Este agua es lo que permite que nosotros sigamos en este planeta, así que es importante ser consecuente con el agua que consumimos y con el cuidado general del planeta.