Hoy tocamos un tema que no debes ignorar, sobre todo, si tienes piscina en casa y vives en una zona fría o muy fría. A la vista está que
las bajas temperaturas y el frío extremo pueden hacer que se congele el agua de tu piscina. Y no querrás que esto pase. Tener piscina está bien pero lo que no nos gusta tanto es mantenerla en buen estado durante todo el año. En
Grupo Gutiérrez Pastor sabemos lo importante que es hacerlo y queremos que tú también lo pongas en práctica. Si lo que te preocupa es no saber cómo llenarla, tranquilo, con nuestro transporte de
cubas de agua para piscinas lo harás de una forma rápida, limpia y eficaz. Dicho esto, compartimos contigo algunas
medidas muy sencillas de seguir y con las que evitarás la aparición de posibles daños en la estructura o tuberías de tu piscina:
-
- Utiliza flotadores de hibernación. Debes colocarlos diagonalmente. Suelen tener unos orificios que te permitirán atarlos entre sí para adaptarlos a la dimensión exacta de tu piscina. Una vez que lo hayas hecho, verás como quedan suspendidos en el agua impidiendo que se forme escarcha o hielo.
Sus principales funciones son absorber el aumento del volumen del agua, liberar el exceso de presión y evitar cualquier posible grieta.
-
- Haz uso de un cobertor (cubierta) de invierno. Es muy útil y eficaz para prevenir la congelación porque favorecen la conservación del calor, impiden la proliferación de microorganismos, protegen de la suciedad y además, actúan como mecanismo de seguridad durante el periodo de tiempo que la piscina está siendo inutilizada.
Podríamos decir que es de las mejores soluciones para tratar el problema del hielo, especialmente, en las piscinas de exterior.
-
- Genera movimiento en el agua. Te preguntarás cómo. Es muy sencillo, sólo tienes que poner en marcha la bomba de agua para generar ese movimiento y poder así romper las placas de hielo existentes.
Es muy recomendable en las zonas donde el invierno es suave. Sin embargo, en las zonas dónde el invierno es más crudo, se aconseja todo lo contrario: inmovilizar el agua, vaciar todas las tuberías, en la medida de lo posible, y proteger tanto la bomba como el filtro con materiales aislantes.
-
- Limpia regularmente la superficie de tu piscina. Es fundamental que realices una limpieza con frecuencia. De no hacerlo, la circulación del agua puede hacerse más compleja y, en consecuencia, aumentaría la posibilidad de congelación.
Junto con estas medidas, no olvides revisar el estado del agua cada tres semanas (aproximadamente).
Implementar cada uno de estos pasos es esencial para proteger la integridad de la estructura de la piscina, mantener la seguridad de las personas que la usan y preservar la calidad del agua. No obstante, puede darse el caso de que las condiciones climáticas sean extremadamente frías. Aquí, sería más complicado intentar que el agua no se congele completamente. Ahora que sabes todo esto, si quieres darte un buen baño con la llegada del buen tiempo, dale a tu piscina el cuidado que necesita. Y si necesitas llenarla de nuevo, consúltanos sin compromiso y te informamos sobre nuestro servicio de transporte de
cubas de agua para piscinas.